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Alexander Payne, Amara Miller, Entre copas, George Clooney, Globos de Oro, Los descendientes, Nick Krause, oscar, Patricia Hastie, Shailene Woodley, The descendants
Alexander Payne es de aquellos directores que se toma su tiempo en realizar una película tras otra, de hecho (excepto algún que otro corto y una serie de TV), hacía siete años que no volvía a la gran pantalla, desde su aclamado (y algunos dicen que sobrevalorado) film ‘Sideways’ (AKA ‘Entre copas’).
En este 2011 volvía pegando fuerte con esta última película, que ha estado nominada a los premios más importantes del año y ha sido ganadora de entre otros al premio de mejor actor para George Clooney en la pasada edición de los Globos de Oro. Algo que no es de extrañar teniendo en cuenta el magnífico papel que Clooney borda a la perfección.
‘Los descendientes’ habla sobre una familia aparentemente no demasiado bien avenida que se enfrenta a un momento clave de su vida. Las diferentes maneras que tienen de afrontarlo cada uno de los miembros será el viaje que observa el espectador desde su butaca, sin caer en situaciones lacrimógenas.
A pesar de lo dramático de la trama, Payne consigue narrarla con sutileza, jugando entre la delgada línea del drama y el humor, haciendo participe a un espectador identificado con las reacciones de más de un personaje e invitándolo a indagar en los sentimientos humanos y las situaciones realmente difíciles que a veces deben afrontarse.
Lo mejor: George Clooney.
Lo peor: alguna situación demasiado forzada, como la conversación nocturna entre Matt y Sid.
El momento: cuando Matt se entera de la infidelidad de su mujer de boca de su hija y sale corriendo ridículamente de la casa.
La escena: el momento en que el abuelo le pega un puñetazo a Sid.
La frase: «Cada familia es como un archipiélago, todas las partes hacen un todo» (Matt a Alex).